lunes, 16 de noviembre de 2009

Crowen (XXIV) Tríada (3ª parte)

Me recompongo lentamente, ordenando ropas y deslizando los dedos por mi cabello, quiero evitarlo pero no puedo apartar la mirada de ellos. Ahti está repantingado en el suelo apoyado levemente en Theron que le sujeta desde atrás. Me lacera la angustia al sentirme vulnerable. ¿Cuánto han visto, qué han visto?

Ahti me está taladrando con la mirada, sin embargo no siento hostilidad en su actitud mas bien… ¿sorpresa? No estoy segura y no estoy en condiciones de arriesgarme a interpretar… o tal vez si. Dioses, de pronto soy consciente de lo mucho que se sobre él, sobre su vida sobre sus elecciones, sobre el camino que ha elegido y las acciones que le han forjado. Me he mirado en un espejo y he visto mi reflejo. Theron me contempla… ¿risueño? El maldito no parece afectado ni lo mas mínimo, realmente le siento… ¿satisfecho? Me mira con un cierto aire de complicidad, como si compartiéramos un secreto que escapa al conocimiento del resto de presentes… ¿un secreto? ¡Demonios, ha debido verlos todos!

Calma. Tranquilidad. Control. Me concentro en pacificar mi alma turbulenta y aplacar la histeria. Siento como la capa de hielo con que me visto comienza de nuevo a cubrirme a modo de coraza, encerrando el fuego iracundo en mi interior.

Ahti ha desnudado su muñeca y Theron la ha cubierto con sus labios, por un momento siento mi propio hambre despertar. El elfo de mirada esmeralda me observa mientras se alimenta sin ocultarme lo mucho que le estimula hacerlo, sin embargo no es sangre lo que ingiere sino puro maná y energía. Me contempla con cierto aire divertido bailando en sus pupilas, no quiere perderse mi reacción, me observa, al igual que Ahti, haciéndome sentir objeto de curiosidad y estudio. ¿Serán capaces de intuir lo que estoy pensando ahora mismo?

Siento hambre, si, deben verlo reflejado en mi expresión y mi cuerpo, y me gustaría devorarles. Pero ellos creo que saben y yo lo sé, que no lo voy a hacer.

- Nos han vapuleado. ¿Qué era lo que nos atacó? – Ahti tiene la voz algo pastosa, cansada, aunque algo me dice que el drenaje al que le somete Theron le resulta agradable.
- Parecía mas una conciencia viva que una defensa programada para reaccionar. –apunto yo, agradeciendo la oportunidad de centrar mi mente en algo ajeno a mi violenta tormenta interior.
- Al menos ya sabemos que detrás del estado de Rashe hay un cabronazo responsable. Si es un tipo de carne y hueso se le puede golpear, derrotar y desmembrar. – Ahti está cabreado, pero al tener mas idea de a lo que se enfrenta se siente mas centrado.
- Pero necesitamos respuestas. Los Lobos ocultan detalles, son demasiado herméticos. –Theron separa su boca del brazo de Ahti y se acomoda en contacto con él. Su actitud y postura corporal me hablan de una gran confianza entre ellos.

Dialogamos un rato sobre pros y contras y aquello que saben, que es escaso, sobre lo que aconteció hasta el coma de la forestal. Especulamos sobre posibles interpretaciones a nuestra experiencia psíquica, dilucidando sobre el significado del ataque y lo que cada uno ha percibido. Finalmente terminamos siendo conscientes de caminar en círculos y el agotamiento hace mella.

Los tres somos conscientes de lo que ha ocurrido, sabemos que debemos despedirnos pero aunque tampoco queremos profundizar en ello no queremos marcharnos sin dejar algo claro. Casi hablamos a la vez cuando yo me incorporo para irme.

- Lo que has visto… -empieza Ahti.
- Seré discreta, lo que he visto y sentido quedará entre nosotros.
- Lo mismo por nuestra parte. – confirma Theron que sigue observándome de una forma particular que lejos de inquietarme despierta en mi una sensación desafiante carente de hostilidad y si interés.

Somos realmente tres extraños que han compartido algunos de los secretos mas profundos de su alma. No. No somos extraños. Ya no podemos afirmar eso. El enlace se ha desintegrado pero las memorias permanecen enredadas en mi, me han dejado la mente y el alma en carne viva. ¿Ha sido un error? ¿Se convertirá en un error? Tengo que serenarme, pensar, curarme. Llevo arrastrando meses la dolencia de mi memoria fragmentada, el elixir y la intromisión de Baazel me devolvió la parte que había perdido, pero no me sanó. ¿Cómo demonios voy a lidiar ahora con los recuerdos de dos vidas mas sumadas a la mía? Y no dos vidas cualquiera, demonios, sus experiencias rivalizan holgadamente con la intensidad y complejidad de la mía. Me despido y salgo de la habitación cerrando la puerta a mis espaldas. Unos cuantos puentes de madera después y un millar de pasos por pasadizos húmedos y malolientes mas tarde consigo salir a la luz.

Agito la cabeza e inspiro profundamente al sentirme al aire libre. Necesito meditar, necesito purgarme, necesito orden, necesito… lo que necesito es sangre.

Quizá sea una oscura nigromante no-muerta y médium bastante poderosa y un pelín siniestra cuando me lo propongo, pero bien saben los dioses que da igual que seas avatar o demonio o mortal, las cosas se ven mejor tras una buena comida y algo de descanso. El simple hecho de llamar a mi montura y lanzarme a la caza de un dragón ya me hace sentir mejor, cuando el aire de las cumbres tormentosas me recibe con cristales de hielo y viento afilado golpeándome la cara me siento como en casa. Aún no he localizado mi presa y ya he tomado una decisión. No se lo que me depara el futuro, y tras una vida mortal conociendo el día exacto de mi muerte descubro que la incertidumbre es un alivio. Ignoro que va a ocurrir, algo en mi alma me dice que lo que hoy ha acontecido ha marcado en mi vida un antes y un después. Me es indiferente, sea lo que sea lo que vaya a suceder lo enfrentaré como siempre, sin temor ni arrepentimiento, con voluntad y determinación .

Hoy he aprendido una lección muy valiosa. Algo que había olvidado por completo. Vuelvo a rememorar el momento en que Theron y Ahti se buscan y apoyan mutuamente en medio del peligro. En esta ocasión he sido una espectadora, pero no voy a olvidar la sensación.

¿Cuánto hace que yo no confío así en alguien?


1 comentario:

Percontator dijo...

Ah! Cuánto tiempo hará de eso, mi señora?...
Continúa, te lo ruego, pues
Como la sangre de dragón recién extraida me alimenta tu relato.